domingo, 27 de noviembre de 2011

Engaño

-¿Qué ocurre cuando él te pregunta cómo te has hecho ese cardenal en el muslo?
-Ya lo ha hecho.
-¿Ah si? ¿Y qué?
-Le dije la verdad, como siempre. Así es imposible que me sorprenda nunca mintiendo.
-¿Qué le dijiste?
-Le dije: "Este cardenal me lo hice durante un fogoso abrazo con un escritor desempleado en un piso sin ascensor de Notting Hill".
-¿Y cuál fue la reacción?
-Parece absurdo y todo el mundo se ríe.
-Y así conservas la ilusión de que eres una mujer sincera.
-Desde luego.


Phillip Roth.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Bon Appétit

Vas por la calle pensando qué demonios vas a escribir en el blog esta semana y, volviendo del supermercado, te das cuenta de que en tu barrio, de altos edificios, hay un solar carne de la crisis desde el que se pueden ver las estrellas, y piensas que no es mala idea. Pero llega el viernes de soledad electoral y una película te cambia los planes. Y es que no son necesarios Bergman, Allen, Coixet, Polanski, ni siquiera Wilder. Tampoco Jack Lemmon y Shirley McLaine, ni Mia Farrow, ni Gable ni Gardner con Kelly, tampoco Rita Hayworth. Basta con un novel, que no Nobel, un guión emocionante, alta cocina, Unax y Nora, y una manta para el frío. Los seres humanos tendemos a exigir mucho de muchas cosas. Queremos que una película además de ser buena, nos entretenga, queremos que un libro además de estar bien escrito, nos enganche, queremos que el amor además de llegarnos, se quede para siempre y queremos que la Vida, además de ir bien, nos regale. Y es que, quizás, queremos muchas cosas. Y es que, quizás, no demos nada a cambio.
Bon Appétit

domingo, 13 de noviembre de 2011

Tiempo

Sabes perfectamente de lo que te hablo. Te ha pasado muchas veces, más de las que te gustaría. Miras el reloj y ves que las agujas no quieren avanzar. Intentas olvidarte de él durante un rato, para coger moral, incluso intentas usar tu fuerza mental para empujarlas, pero esas malditas siguen tortugueando como un suicida sin vocación. Seguro que también conoces la sensación contraria, o al menos eso espero, porque si no te ha pasado, o eres muy joven o no has vivido lo que debieras. Ocurre en las estaciones de trenes, cuando queda una hora para la partida y aún menos para despedirte de ella para siempre. Esas insensatas y despiadadas corren como el Lute cuando era el Lute, el primer beso se convierte en el último en cuestión de segundos, y la dejas en el andén como a una Penélope para quien esas dos cabronas vuelven a dormir para no volver a despertar.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Do no wrong

En la vida llega un momento en el que tienes que decidir si un semáforo te controla o si, por el contrario, un cohete te lanza hacia las estrellas.
No hay por qué hacerlo de golpe. Hay personas que lo tienen claro desde el principio, y otras que necesitan de la perspectiva que solo el tiempo es capaz de darnos para determinar en qué lado del muro quieren vivir.
Los peores son los que, con los brazos extendidos, se pasan la vida caminando sobre el bordillo para, irremisiblemente, caer del lado de la lluvia. Piensan que los extremos nunca fueron buenos, que en el término medio está la virtud, pero no se dan cuenta de que virtud y vida nunca fueron sinónimos.
Tienes que decidir si quieres las cifras calculadas y la protección del sentido común o si prefieres llenar la tierra con todas tus lágrimas. Y tienes que hacerlo bien.